Roberto Arlt interpela al kirchnerismo

En su Tatografía de Encendidos en la Tarde, Tato Young habló de “Los Siete Locos”, la novela de Roberto Arlt que citó Carlos Zannini,  y lo contrastó con el relato del oficialismo a partir del protagonista de la obra, Remo Erdosain. Escuchá AQUI la Tatografía. 

Roberto Arlt interpela al kirchnerismo

Carlos Zannini citó ayer a Roberto Arlt, recordando a Remo Erdosain, el protagonista de Los Siete Locos, su novela más famosa. Lo recordó en una escena memorable, cuando Erdosain se mira frente al espejo y es interpelado por su yo de la juventud, por el niño que fue.

Los Siete Locos, publicada en 1929, es una novela central de la literatura argentina y cuenta la aventura de Erdosain, un personaje de la bohemia de aquel tiempo, que deambula por la noche porteña y del conurbano. Erdosain ingresa a una sociedad secreta, dirigida por el astrólogo Alberto Lezin, un loco brillante que planeaba gestar una revolución que iba aser financiada por la mafia prostibularia y que tenía, como objetivo, dominar a las masas a su antojo.
El astrólogo sostenía que las religiones habían pasado de moda. Todavía no había estalla la fiebre de las ideologías. ¿Qué iba a hacer entonces el mundo? ¿Cómo encausar las angustias? La solución estaba en una nueva forma de dominio, guiada por la farsa, el engaño, el miedo y la violencia aplicada con eficacia. En Los Siete Locos, el astrólogo invita a sumarse a su proyecto con esta frase:
“Aquel que encuentre la mentira que necesita la multitud, será el rey del mundo. ”

¿Necesitamos realmente una mentira para encaminarnos?
Las novelas de Arlt son un sacudón en la vida de quien las lee. Y como toda gran obra, puede ser leía con múltiples interpretaciones.
Como una profunda reflexión sobre el sentido de la vida.
Como una evocación para lo sueños revolucionarios de la juventud.
Como un canto a la amistad.
Como una critica mordaz a lo que asumimos como lógico y sensato.
O, sobre todo, como señal de advertencia frente a los embaucadores, a los amantes del engaño, frente a los farsantes que dominan a las mayorías con relatos de fantasía.
Frente a todos ellos solo nos quede una frase, la misma que alguna vez le dijeron a Erdosain:
-Rajá, turrito, rajá.