Esta semana Mauricio Macri realizó su última presentación ante el Gabinete ampliado del Gobierno y se mostró así mismo en modo campaña, con la mira puesta en las elecciones presidenciales de 2019. No obstante, la compleja coyuntura económica y social colisiona contra la ambición proselitista del mandatario.
A través un mensaje cargado de optimismo y típico de la administración macrista, Macri vitoreó un ‘Argentina, Argentina’, replicando la escena de hace días durante la gala del G20 en el Teatro Colón cuando rompió en llanto ante el espectáculo Argentum. El objetivo del vigoroso aliento del jefe de Estado es intentar levantar los ánimos del equipo de Cambiemos.
Sin embargo, al mismo tiempo se conocieron los datos de la pobreza del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica de la Argentina (UCA). El informe revela que el 33,6% de los argentinos son pobres. Es decir, más de 13 millones de personas.
A su vez, el estudio muestra que el 6,1% de la población es indigente. En el último año, cayeron por debajo de la línea de pobreza 2.200.000 ciudadanos. Números dramáticos que expresan el delicado contexto social y económico que atraviesa la Argentina.
Durante los primeros días de su gobierno en diciembre de 2015, el presidente Macri había pedido que lo juzgaran justamente por los niveles de pobreza, ya que uno de sus eslóganes de campaña había sido la consigna Pobreza Cero. Todavía le queda un año pero claramente el Gobierno va a tener que revertir esta situación si no quiere que el optimismo se termine el año que viene y las elecciones se le hagan cuesta arriba.
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