En su Tatografía de hoy, Gerardo “Tato” Young habló sobre el realismo político, comparando la realidad política argentina con el realismo mágico, el género literario que fue boom en América Latina y cuyo máximo exponente fue García Márquez.
Y como ocurre en el realismo mágico, en el realismo político puede romperse el orden lógico de las cosas, y en ese contexto, cualquier cosa que ocurre puede resultar verosímil: Grabois llamando parásitos a la gente del campo, De Vido declarándose inocente en las escalares de tribunales, o Florencia Kirchner paseando en un auto verde en Cuba y diciendo que puede hacerlo porque está en un país libre.
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